Una pareja de enamorados. Eso éramos hasta aquel fatídico día, aquel día en que las crueles garras del cáncer me la robaron. Desde entonces no había más motivo para mi despertar que las lágrimas que amargamente lloraba. Sumido en una profunda soledad intenté encontrar esa tímida luz que el mundo me tendría guardada.
Ocurrió en la biblioteca, en ese silencio que no paraba de hablar. Allí leí, leí mucho, leí tanto que creí enloquecer. Te pensaba, te imaginaba y te percibía. Allí era ese Dios de Ángel González que haría un ser exacto a ti. Allí encontré el rayo que no cesa del que tanto hablaba Miguel Hernández. Esa era mi isla perfecta.
Este blog tiene como función servir de cauce para la difusión del concurso así como para la publicación, votación y lectura de los microrelatos presentados al mismo.
jueves, 1 de mayo de 2014
Bachillerato y Ciclos. Microrrelato n° 8
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Carmen Zafra 1 de bachillerato 16/06/1997
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